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COMARCAS

NUESTRAS COMARCAS,
NUESTRO TESORO
Es la tierra que nos une, por nuestra historia, nustras tradiciones, nuestro pasado y nuestro futuro, la tierra de nuestros ancestros, donde se atesora toda la sabiduría popular que ha mantenido durante generaciones el sabor único de lo tradicional, con modos de producción artesanales que son la clave de un futuro sostenible.
TIERRA DE HISTORIA, CULTURA, TRADICIÓN Y ARTESANÍA
ARLANZA

Entre los cursos de los ríos Arlanza y Arlanzón, en el centro de la provincia de Burgos, se extiende este amplio y contrastado territorio. Por el norte, como si se tratara de un cinturón, la comarca envuelve a varias poblaciones cercanas a la capital burgalesa. Al sur, la ribera del Duero constituye un perfecto límite natural.

En su largo recorrido por la provincia de Burgos, el río Arlanza atraviesa la Sierra de las Mamblas antes de adentrarse en estas tierras. Aquí los bosques de quejigos, encinas y sabinas, las verdes y frescas riberas de sus ríos y los viñedos, añaden una nota de color a un agradable paisaje con personalidad propia.

 

BIENVENIDO A UNA
TIERRA DE HISTORIA

El río sigue su curso y toma contacto con los extensos páramos castellanos antes de confluir con las aguas del Arlanzón, ya en el cercano Cerrato Palentino, con quien comparte la Denominación de Origen Arlanza.

Existen testimonios de los primitivos pobladores de estos valles anteriores a la ocupación romana. La llegada de los visigodos, la invasión musulmana, la despoblación del valle del Duero como zona fronteriza, la repoblación de la Meseta y el nacimiento de Castilla marcan otros siglos de su historia. Por estas razones, estas tierras atesoran importantes edificios integrados en sus conjuntos rurales, monumentales y urbanísticos.

Ermitas, iglesias, monasterios, palacios, castillos, torres, casonas o puentes conviven con una característica arquitectura popular, que emplea adobe, ladrillo, piedra y madera.

Su emplazamiento estratégico y buenas comunicaciones, hacen de esta comarca un destino perfecto, desde el que en media hora se puede disfrutar la ciudad de Burgos, conocer los yacimientos de Atapuerca,sumergirte en la Ribera del Duero o recorrer la Sierra de la Demanda.

VIVE LA EXPRIENCIA DEL
SABOR TRADICIONAL

No es una casualidad la presencia de un simpático caracol deslizándose sua- vemente junto a estas líneas. Quiere ser el símbolo de la gastronomía bur- galesa: una cocina auténtica, tranquila y que desea mantener muy vivas sus reconocidas señas de identidad, asentadas en unos mimados productos na- turales, frente a una globalizada e impuesta monotonía de los sabores.

En la gastronomía de Burgos tiene mucho peso la inusual diversidad de sus climas y ecosistemas. Verdadero mosaico de paisajes —desde verdes valles y boscosas montañas, hasta sobrios páramos calizos, pasando por fértiles ve- gas y campiñas—, las tierras provinciales son capaces de producir las más variadas, delicadas y saludables materias primas: verduras, ajos, cebollas, pa- tatas, setas, frutas, legumbres, corderos lechales, carnes rojas, caza mayor y menor, caracoles, miel natural, morcillas de arroz, todos los derivados de la matanza del cerdo, quesos frescos y curados de leche de oveja, panes artesa- nales y pastas conventuales.

Con ellas y con el buen hacer de los restauradores locales se pueden elabo- rar las más sugestivas recetas. Unos platos sencillos y poco sofisticados que son capaces de hacer sentir el más auténtico y tradicional placer de comer, pero que se adaptan a la perfección a las corrientes culinarias más innova- doras. Unas novedosas tendencias que no sólo buscan atractivas presenta- ciones, sorprendentes mezclas e inusuales texturas, sino que pretenden ser cuidadosas con una dieta sana y equilibrada.

Que ningún viajero que se acerque hasta la provincia de Burgos se vaya sin probar unas sopas de ajo, un pincho de morcilla frita, una olla podrida con alubias de Ibeas, unos caracoles a la burgalesa, un cordero lechal asado en horno de leña o un queso fresco de Burgos. Para los que no puedan con todo a la vez, una buena idea es abastecerse de los productos necesarios en los surtidos mercados y tiendas especializadas y seguir los consejos de las rece- tas, en su versión tradicional y moderna, que ilustran las siguientes páginas. Y no nos olvidaremos de acompañar estos platos con alguno de los excelen- tes y reputados vinos tintos de la Ribera del Duero y el Arlanza.

 

EL MEJOR PRODUCTO DE LA TIERRA:
vinos de arlanza

La tradición vitivinícola en la comarca del Arlanza se remonta al siglo X, del que se conservan reseñas históricas de la existencia de viñedos en manos de los monasterios. Hoy, un puñado de bodegas han cerrado filas en la variedad tempranillo para elaborar unos magníficos tintos que recientemente han sido incorporados al mercado de los vinos declarados Denominación de Origen.

Situada en el centro de la provincia de Burgos, en el valle medio y bajo del río Arlanza. Una larga franja que se extiende desde la Sierra de Covarrubias hasta los Páramos del Cerrato. Son en total 67 pueblos, de los que 54 están en Burgos y el resto en Palencia. Puntos culminantes de esta franja son Covarrubias, Lerma y Santa María del Campo. Lugares donde se mezclan el arte, el paisaje, la historia y el vino.

El 95% del viñedo está plantado con Tempranillo, siendo el resto Garnacha, Mencía, Albillo, Cabernet Sauvignon y Viura.

Si las condiciones climáticas de la Ribera del Duero son duras, aquí todavía son más extremas, con las heladas como el enemigo a temer todos los años. La temperatura media se sitúa en el límite en el que se desarrolla el viñedo, por eso la búsqueda de laderas con buena insolación es aquí esencial.

Un clima extremo, unos suelos extraordinarios y laderas bien orientadas son los secretos de una zona difícil, que en los mejores años puede dar vinos capaces de situarse entre los más grandes de nuestro país.

 

LA COMARCA DE ARLANZA
LOS IMPRESCINDIBLES
lechazo

En la matanza del cerdo se elabora morcilla, chorizo o picadillo. Pero el producto que más resalta por su exquisitez es el lechaza asado en horno de leña. Tanto para degustar el lechaza asado, como las chuletillas, la caza, las setas, el cocido, la olla podrida o la sopa de ajo, existen numerosos asadores y restaurantes.

FIESTA BARROCA DE LERMA

Lerma aglutina gran parte de los actos culturales y festivos. Las celebraciones más destacadas recrean los ostentosos espectáculos que el Duque de Lerma organizaba para complacer a los miembros de la corte. En agosto, Mes del Barroco, la Colegiata de San Pedro acoge excepcionales conciertos de órgano. Además, el primer fin de semana de agosto tiene lugar la Fiesta Barroca, en la que las calles y plazas se transforman en un gran mercado y los habitantes de la villa se visten de época.

Para conmemorar los hechos ocurridos durante la Guerra de Independencia (1808-1814) en esta zona del Arlanza, hoy, los habitantes del Arlanza participan en una animada y colorida Recreación Napoleónica.

RUTAS TURÍSTICAS

Ruta 1: Un paseo por la Villa  Ducal de Lerma

Ruta 2: Entre el Arlanza y el Arlanzón

Ruta 3: Los sabinares del Arlanza  y el río Mataviejas

Ruta 4: Los otros pueblos de la comarca del Arlanza

vinos de arlanza

La Denominación de Origen Arlanza abarca una gran parte de esta comarca y también se extiende por otras tierras del este de Burgos y del sureste de Palencia. La demarcación territorial está compuesta por un total de 67 municipios: 54 burgaleses y 13 palentinos.

Una especial climatología unida a una altitud que ronda los 1.000 metros y notables contrastes térmicos entre el día y la noche dan como resultado uvas resistentes, con hollejos gruesos y cargados de sustancias aromáticas y colorantes, que dan lugar a vinos muy intensos en aromas y singulares.

Oficinas de Turismo: Lerma
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